Como se observa
Observar la región del Gran Atractor no es tarea fácil, nuestra visual pasa a través del disco de la Vía Láctea, dicho de otro modo, tenemos muchas nubes de gas y polvo que se interponen entre nuestros telescopios y el Gran Atractor, haciendo muy difícil observar dicha región. No obstante, en astronomía no solo se observa en luz visible, sino que también se utilizan otras regiones del espectro electromagnético.

Contemos algo sobre el flujo oscuro; este, es un mecanismo propuesto para explicar algunos resultados sorprendentes en estudios recientes del movimiento a gran escala de grandes cúmulos galácticos. Se ha observado que la velocidad de los cúmulos es diferente de la que se podría esperar de la expansión del universo, y la velocidad no parece decrecer con la distancia, tal como seria predecible si estos cúmulos estuvieran acumulando velocidad como consecuencia de la gravedad ordinaria. El motivo por el cual mencionamos este tema es porque el flujo oscuro, como ya mencionamos, es una tendencia de velocidad de las galaxias a moverse en una dirección que se pensaba era causada por el Gran Atractor, pero ahora las teorías apuntan hacia «afuera» del universo observable. Estos descubrimientos fueron publicados en el 2008 y todavía son debatidos.

EL ''GRAN ATRACTOR''

El ''Gran Atractor'' es una de las zonas más enigmáticas de nuestro universo. Cuando se habla sobre este tema decimos que es una región donde se da una anomalía gravitatoria, dicho de otra forma, tiene un cetro de gravedad muy elevado y por consecuencia tira de decenas de miles de galaxias, incluyendo la nuestra, rápidamente.

Su masa

En 2005, los astrónomos llevaron a cabo un estudio de rayos X de una parte del cielo conocida como la Zona vacía, el cual informó de que el Gran Atractor en realidad tenía sólo una décima parte de la masa que los científicos habían calculado originalmente. 
                                                                                          
Su ubicación

La ubicación del Gran Atractor se determinó finalmente en 1986, y se sitúa en un lugar a una distancia de entre 150 y 250 millones de años luz , una medida entre 47 y 79 megaparsecs (1 megaparsec = 3,086 x 10+19 km) de la Vía Láctea. Esta última es la estimación más reciente.